¿Hambre o sed?, quizá nunca te hayas planteado esa pregunta, pero es más importante de lo que crees. Aunque no lo sepas confundir el hambre con la sed es un problema habitual.
Esta es una de las principales causas de sobrepeso y obesidad en hombres y mujeres de todas las edades, por lo que se recomienda mantener una buena hidratación desde las primeras horas de la mañana.
Consumir la cantidad adecuada de agua durante el día reduce los excesos alimenticos y, por lo tanto, ayuda a alcanzar el peso corporal idóneo, según explica Lourdes Margarita Mateos Reynoso, de la Unidad de Medicina Familiar (UMF) 91 del IMSS en Jalisco.
En muchas ocasiones las personas prefieren consumir galletas, chocolates y papas cuando en realidad su cuerpo necesita agua simple.
Este mal hábito, sumado a la falta de actividad física, se traduce en un aumento de peso progresivo que puede alcanzar el grado de obesidad mórbida.
Hidratarse es un hábito que no debemos postergar hasta la tarde o la noche, cuando solemos beber de uno a dos litros de agua de una sola vez, ya que es mejor para el organismo racionar el líquido, con el fin de estimular el metabolismo. Además, al hidratarse, se reduce el riesgo del llamado golpe de calor.
dijo que la mejor forma de identificar entre hambre y sed es cuando no se sabe específicamente de qué se tiene antojo. Por ejemplo, tener deseos de ingerir algo sin importar que sea dulce o salado.
Ante esto hay que beber un vaso de agua; si las ganas de comer continúan, entonces la persona sí tiene hambre y hay que buscar comida balanceada y nutritiva.
En este sentido, recomendó a la población en general conocer el Plato del buen comer, donde se sugiere combinar proteínas de origen animal y vegetal con cereales, verduras y frutas.
En las UMF hay módulos PrevenIMSS. Ahí, personal de salud orientará a cada derechohabiente respecto a los alimentos que más lo benefician, además de la cantidad de agua que debe ingerir de acuerdo a sus peso y estatura.
Fuente: Notimex