Quienes sufren desórdenes alimenticios como la anorexia nerviosa y la obesidad pueden compartir ciertas correlaciones a nivel neurológico.

Esto refiriendose específicamente al momento en el que el cerebro entiende como “la recompensa” y los circuitos neuronales vinculados a la comida.

Como apuntan los investigadores del Instituto de Investigación Biomédica de Bellvitge (IDIBELL), de la Universidad de Barcelona y del CIBER de Fisiopatología de la Obesidad y la Nutrición (CIBEROBN), aseguran que quienes sufren anorexia nerviosa o son obesas pueden tener alterada de igual manera la capacidad de tomar ciertas decisiones.

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Comer en exceso es un síntoma de una diferencia neuronal entre la motivación y la recompensa en relación con la respuesta de inhibición.

Esta disfunción podría desembocar finalmente en la ingesta compulsiva de alimentos.

En palabras del investigador principal del estudio, Fernández-Aranda, «nuestros resultados apoyan la hipótesis de que la capacidad de toma de decisiones se ve afectada en estos pacientes».

Y es que según el mismo grupo de investigadores, se ha establecido que aquellas personas impulsivas muestran limitaciones en el aprendizaje de las asociaciones adecuadas entre recompensa y castigo.

Tratamiento para la anorexia y la obesidad

Entonces, ¿qué tratamientos deben seguir los pacientes?

Desde el Institut d’Investigació Biomèdica de Bellvitge explican que en base a este estudio el tratamiento de pacientes con anorexia nervios y de obesidad debe centrarse en los problemas de autocontrol, conductas impulsivas o el déficit de toma de decisiones que caracterizan estos trastornos.

Fuente: Muy Interesante